viernes, 28 de febrero de 2014

YO SOLA ME COMPLICO LA VIDA

Quería poner unas plantas en el patio. Un poco de verde siempre viene bien, y ya que no tenemos jardín, al menos lo simularemos. Así que estuve dando vueltas a cómo poner "algo" donde las plantas se sintieran a gusto. 

Después de mucho pensar (alguna neurona me dejé en el camino), la idea fué: una barrica. De esas de roble, de hacer vino, que por aquí proliferan mucho y en todos los bares las ponen para apoyar los vasos... bueno, aquí y en todas partes. Se han puesto de moda, sobre todo desde que no se puede fumar dentro y hay que salir a la calle para hacerlo. Son muy grandes... su capacidad es de 225 litros, lo cual es un montón... y seguro que con la tierra que le va a caber, cualquier planta va a crecer desaforadamente (a menos que yo la mate, que soy bastante terminator para lo verde).

Total, que pregunté en el Bar Chuscar (que es como mi segunda casa/oficina cuando estoy en Miranda, ya que ¡tienen WIFI!), y Carlos se ofreció a conseguirme una. Y por fin, el otro día, llegó la barrica.

Las barricas tienen tapa en los dos lados. Y hay que quitar una de las tapas para poder meter la tierra... pero hay que cortar la madera, porque si se aflojan los aros metálicos se suelta todo el barril y ya no hay forma de volver a montarlo...

Te dicen: "es muy fácil, haces un taladro y luego metes la sierra de calar y listo". Así que primero había que hacer unos agujeros de drenaje en uno de los lados; luego darle la vuelta y empezar con el otro lado. Ahí me puse, con el taladro y una broca para madera, a hacer unos agujeritos...  y luego meter la sierra de calar...



Cortar, ya empecé a cortar. Una parte, porque luego la hoja de sierra se torció, se dobló, se quedó hecha un asco, y llegó un momento en el que ya no pude seguir con ese sistema. Y entonces tuve que aplicar el plan "B": ir haciendo agujeros y más agujeros con el taladro, hasta conseguir una línea completa de corte.


Y tampoco es fácil, que no he visto una madera más dura en mi vida (roble macizo)... hasta se me rompió una broca...(¡menos mal que tenía dos!). En resumen, ya conseguí quitar un círculo completo de la tapa, y luego tuve que ir poco a poco quitando el resto...

Pero a mí cuando se me mete una cosa en la cabeza, no hay quien me la quite, y he conseguido dejar la barrica sin tapa, perfectamente preparada para ponerle la tierra y las plantas correspondientes. Ya llegará el capítulo de la jardinería y ¡a ver lo que duran las plantas!


miércoles, 26 de febrero de 2014

COSAS Y CASAS

Hay que reconocer que con unos humildes geranios, cualquier fachada mejora mucho. Si en todas las casas del pueblo pusieran algo parecido, quedaría precioso.

En eso podríamos aprender de los franceses, tan cursis que son para muchas cosas, pero para adornar las casas y cuidarlas, se las pintan solos. 







Luego hay en el pueblo casas señoriales, de piedra, con escudos tallados, arcos de medio punto... en fin, de lo más estupendas. Pero hasta las más simples se pueden mejorar, con una mano de pintura, con unas plantas...

Aquí dejo unos ejemplos de las casas estupendas  que hay por aquí. Ya iré poniendo más.